Página  >  Edições  >  Edição N.º 200, série II  >  Bernardino Machado y la Institución Libre de Enseñanza

Bernardino Machado y la Institución Libre de Enseñanza

Por la mediación de Giner, el republicano portugués va a conocer y a generar un círculo amplio de contactos com figuras de la pedagogía española. Este cupo de pensadores, pedagogos, educadores, de espíritu racionalista y tolerante, se erige en un exponente brillante y cualificado de una concepción republicana de la educación.

En Portugal es bien conocido su nombre y su buen quehacer histórico, como político republicano, presidente de la Primera República en dos etapas cortas, intelectual brillante formado en Coimbra, militante en logia masónica, defensor de una educación basada en la razón y extendida a todos los ciudadanos. Hablamos de Bernardino Machado (1851-1944), quien postula en su trayectoria profesional y política una educación nueva para los portugueses, para todos, pero de forma muy diferente a la impuesta y propugnada por los sectores más conservadores y los eclesiásticos, tan influyentes en la vida cotidiana de las capas humildes portuguesas, las campesinas en particular. Por diferentes circunstancias Machado va a conectar con facilidade con Francisco Giner de los Ríos (1839-1915), catedrático de derecho en la Universidad de Madrid, quien viaja con frecuencia a Lisboa en el último tercio del siglo XIX. Giner será el principal impulsor de la Institución Libre de Enseñanza (ILE), asociación pedagógica de notoria influencia educativa en España desde su nacimiento en 1876, defensora e inspiradora de lo más granado de la educación progresista de la España contemporánea, al menos hasta su persecución y expulsión de España a partir de la guerra civil (1936-1939) ganada por los militares de Franco. Bernardino va a considerar a Francisco Giner como su padre intelectual y espiritual de por vida. Por ello es tan familiar y frecuente la presencia del político portugués en la casa de Giner en Madrid, que es la de todos los miembros y simpatizantes de la ILE. Éste, a su vez, va a adoptar a Machado como el privilegiado representante del vínculo natural entre Portugal y España, en el plano de los proyectos culturales y los del ámbito de la reforma social. Forman ambos, Don Francisco y Bernardino, un envidiable tándem de complicidad intelectual, pedagógica y de pensamento que trasciende de diferentes formas a la vida pública de ambos países, pero casi siempre a través del tamiz de la educación, la vía preferente elegida por ambos para mejorar la vida real y cotidiana de sus respectivos conciudadanos ibéricos.
La relación que ambos mantienen es de profunda amistad y respeto, de fraternidad y aprecio, de procurar compartir proyectos culturales y educativos desde una apuesta lejana de carácter republicano, siempre con base a la razón, y por ello apostando por la escuela y todas las instituciones y proyectos de impulso educativo.

Por la mediación de Giner el republicano portugués va a conocer y a generar un círculo amplio de contactos en el seno de la ILE, con figuras de la pedagogía española tan significadas como las de Manuel B. Cossío, Pedro Blanco Suárez, Domingo Barnés, y de manera especial y señalada con Alice Pestana, su auténtica ahijada de procedencia portuguesa, pero finalmente afincada en España, que representa lo más cuajado de la mujer progresista y libre en la España del primer tercio del siglo XX. Este cupo de pensadores, pedagogos, educadores, de espíritu racionalista y tolerante, se erige en un exponente brillante y cualificado de una concepción republicana de la educación basada en la razón, en el pensamiento libre y autónomo, descargado de adherencias culturales y religiosas, de contaminaciones que no procedan del ámbito propio de lo humano. Por ello van a apostar todos ellos por iniciativas libres, por reformas sociales cargadas de mejor grado de esperanza para los coetáneos ibéricos en un disfrute de felicidad fundamentada en la razón, la cultura, la escuela y sus organismos educativos del entorno.
Bernardino Machado y los hombres y mujeres de la ILE, un movimento de amplio alcance en España, pero que careció de la misma fortuna de reconocimiento e implantación equivalente en Portugal, continúan siendo décadas más tarde, ya en pleno siglo XXI, un referente a tomar en consideración. Esta corriente de pensamiento y práctica pedagógica se mantiene viva, dentro de esa aspiración del espíritu republicano que invita a compreender el mundo desde la razón y a organizarlo con criterios de bondad, generosidad y apuesta por el bien común, en beneficio de todos los conciudadanos, hombres y mujeres.

José M. Hernández Díaz

 


  
Ficha do Artigo
Imprimir Abrir como PDF

Edição:

Edição N.º 200, série II
Primavera 2013

Autoria:

Partilhar nas redes sociais:

|


Publicidade


Voltar ao Topo