No estoy de acuerdo con quienes declaran estar al margen de la política. Una cosa es pertenecer a un partido político y otra tomar partido en política.
Un león fue capturado y encerrado en un zoo, donde se encontró con otros leones que llevaban allí muchos años. El león no tardó en familiarizarse con las actividades sociales de los restantes leones, los cuales estaban asociados en distintos grupos. Un grupo era el de los socializantes; otro el del mundo del espectáculo; incluso había un grupo cultural, cuyo objetivo era preservar las costumbres, la tradición y la época en la que los leones eran libres; había también grupos religiosos, que solían reunirse para entonar canciones acerca de una futura selva en la que no habría vallas. Y había finalmente revolucionarios que se dedicaban a conspirar contra sus captores. Mientras lo observaba todo, el recién llegado reparó en la presencia de un león que parecía dormido, un solitario no perteneciente a ningún grupo. Al reparar en la presencia del novato, el veterano león le dijo: ? Ten cuidado. Esos pobres locos se ocupan de todo menos de lo esencial: Estudiar la naturaleza de la cerca. Hay muchas personas que se manifiestan "apolíticas". Hacen esta declaración de forma diversa, pero igualmente clara y explícita: "Yo no quiero saber nada de política", "yo no soy político", "a mí la política no me interesa", "yo no entiendo nada de política"... Estas manifestaciones suelen completarse con otras que descalifican a todos los que se dedican a ella o dicen estar interesados en su naturaleza, funcionamiento y consecuencias: "Todos son iguales", "unos roban más y otros menos, pero todos roban", "son todos unos sinvergüenzas"... No estoy de acuerdo con quienes declaran estar al margen de la política. Una cosa es pertenecer a un partido político y otra tomar partido en política. Creo que, como ciudadanos, no tenemos la obligación de pertenencia a un partido, pero sí la de participación en la vida pública. La obligación de pensar, dialogar, participar y decidir. La obligación de estudiar la naturaleza de la cerca. Y, consecuentemente, de saltarla o derribarla para que todos podamos vivir en libertad. Creo que no es posible vivir de espaldas a la política. Porque esa postura es una trampa; significa que ya se ha optado políticamente. Pero a favor del statu quo. Todo el mundo conoce la cínica expresión de Franco a un confidente: "Haga usted como yo: no se meta en política". Hay que meterse en política porque tenemos la obligación de ser ciudadanos. (O ciudadanas. Elena Simón acaba de publicar un trabajo que tiene un significativo título: ¿Sabía usted que la mitad de alumnos son ciudadanas?). Tomar partido, elegir la humanidad, luchar por la dignidad supone o exige tener en cuenta los siguientes presupuestos concatenados. ? El ser humano se distingue de los demás seres porque tiene capacidad de elegir. El ser humano actúa. Puede hacerlo de una manera o de otra, pero no puede dejar de actuar. Los animales están programados por sus instintos, por su genética. No gozan de libertad. ? ¿Cómo saber si un acto ha sido intencionado? En la medida en que su agente es capaz de responder a las preguntas de "para qué" y "por qué" lo hace. La pregunta de "para qué" se refiere a la intención del sujeto y la de "por qué" se refiere al motivo o causa que ha determinado la conducta. La respuesta a la pregunta "por qué" está situada en cinco grandes núcleos: necesidades, deleites, compromisos, proyectos y experimentos. ? Como seres humanos estamos en relación con otros. Convivimos con ellos. Dice Victoria Camps: "Vivir es convivir. Y convivir es un arte, al menos para los humanos. Si nos guiásemos sólo por nuestros instintos, como los animales, si estuviésemos como ellos programados a través de nuestros genes, la convivencia entre nosotros sería infinitamente más fácil, sería más o menos automática". ? Somos responsables de nuestra historia. Es decir que no somos fruto del fatalismo o del azar. Podemos salir de un puerto, pero somos capaces de hacer un proyecto de viaje. Puede haber tormentas, pero la capacidad de guiar el barco es nuestra. ? Como, seres humanos somos depositarios de los mismos derechos. Hay personas diferentes, pero no categorías diferentes de personas. Dice Savater": "En un estado democrático existe el derecho a la diferencia, no la diferencia de derechos". ? No todo en la sociedad es aceptable. Hay cosas buenas y malas. Hay que saber distinguirlas. Por otra parte, no hay una cultura superior a otra en el sentido de que una de ellas no puede aprender de las otras, pero unas son democráticas y otras no. Es decir que no todo es igual. Es malo el fanatismo, pero también el relativismo. ? Nada humano nos es ajeno. Por eso hemos de tener conciencia y compromiso con quienes padecen miseria, e ignorancia. La compasión hacia quienes sufren opresión, injusticia, maltrato, desigualdad... es la base de la ciudadanía. ? La educación cívica es el eje de los aprendizajes democráticos. Y entiendo por educación no el llenar la cabeza de datos, no la adquisición de titulaciones sino la capacidad de pensamiento, de respeto, de compromiso y de convivencia. Lo dice con su habitual clarividencia Fernando Savater en su último libro "El valor de elegir": "Podemos compartir la desazón de Hamlet: ¿por dónde empezar la revolución tan difícil pero necesaria? Pues bien, yo elegiría comenzar por la educación". Hay que analizar la naturaleza de la cerca. Hay que participar con todos los demás ciudadanos y ciudadanas en el modo de saltarla o de acabar con ella. No para que uno sólo pueda salir sino para que todos podamos vivir justa y libremente.
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